Visitando la vieja habitacion de Edward

Continue besandola casi con frenesi, su piel, su aroma, su voz, ella en su totalidad me enloqecia.
No pude evitar sonreir cuando me quito la camisa de esa forma, negue con la caeza al escucharla, no me importaba lo qe Alice pudiese pensar sobre ese trapo ahora, solo me importaba ella y lo feliz y dichoso qe me hacia sentir.
Senti sus manos recorrer mi cuerpo, y no pude evitar estremcerme un poco como siempre lo hacia cuando ella me tocara, supuse qe nunca podria acostumbrarme a ello.
La atraje nuevamente a mi, pegando su cuerpo al mio y rodeandola con mis brazos, mientras con mis manos recorria su espalda.
La sed qe sentia por ella parecia nunca acabar.